Reforestamos me abrió las puertas a los bosques
22 marzo, 2019
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Por Eleazar Abraham Beh Miss
Ingeniero Forestal por la Universidad de Chapingo
Coordinador de Innovación en Reforestamos México

Pude pasar cuatro años más de vida esperando el momento en el que me sintiera preparado para comenzar a cambiar el mundo. Pude haber terminado la Universidad y nunca experimentar esa sensación de que el universo se está movimiento y alrededor todo está quieto. Pude haber llegado al sector laboral sin conocer los retos a los que debería enfrentarme. Afortunadamente no fue así porque hace cuatro años apareció algo que tuvo un efecto transformador en mi vida y que me abrió los ojos para hacerme cargo de las realidades que veía mientras me formaba:
Reforestamos México.
Durante la formación como profesionistas los retos son grandes: exámenes, tareas, proyectos que abruman y muchas veces hacen sentir que no se está listo para enfrentar retos más grandes. En el salón de clases equivocarse puede costar noches sin dormir, decepciones e incluso tener que olvidar por momentos las pasiones, todo por corregir y no quedarse en el camino.
A diferencia del salón de clases, Reforestamos México me enseñó a buscar resultados diferentes para cambiar el mundo, aprovechar mi talento y fortalecer mis habilidades para convertir mis sueños en proyectos hasta hacerlos realidad.

Durante mi formación, Reforestamos fue una plataforma que me brindó herramientas, habilidades, conocimientos, pero, sobre todo, me permitió descubrir mis pasiones, emociones y talento, y me acercó a los lugares donde estaban pasando cosas increíbles con personas extraordinarios. Ser parte de Reforestamos me abrió las puertas a oportunidades que cambiaron mi vida. Quisiera contarles cinco enseñanzas, que todos los días me mueven:
- Los bosques no pueden esperar más. En el siglo XXI la educación forestal no está respondiendo a las necesidades de los bosques, los cambios tan acelerados están demandado habilidades que regularmente no se promueven en las instituciones educativas. Aquella frase, tan común en las aulas, que dice “al final quienes lideran el sector forestal no son forestales, su esfuerzo no siempre valdrá la pena” me frustró; sin embargo, me abrió los ojos para descubrir que los bosques no pueden esperar, somos los forestales quienes tenemos que posicionar nuestra profesión y prepararnos para dirigir las acciones necesarias para tener bosques sostenibles.
- No merecemos las oportunidades si no somos capaces de trabajar para que otros las tengan. En realidad, esta frase la escuché de Oscar Ghillione, un joven que forma parte de “Enseña por Argentina”, en ese momento recordé todo el trabajo que Reforestamos hace para que las oportunidades no sean sólo de unos cuantos. Uno de los proyectos más significativos en mi vida es “Joven Emprendedor Forestal”, que, además de promover habilidades emprendedoras en los Ingenieros Forestales, busca cambiar la realidad de los bosques con el talento de los jóvenes, creando oportunidades para las personas que habitan en él.
- Si en los bosques naturalmente no existen fronteras, tampoco para los forestales. Hace cinco años por primera vez escuché hablar del emprendimiento forestal, fue en una charla impartida por José Carlos Martínez, Director de Innovación en Reforestamos México, durante un evento organizado por la Fundación Chapingo, como parte de un programa de emprendedores. Cuando escuché que “la educación forestal tiene que cambiar”, sentí que mis ideas y mis sueños no eran del todo equivocadas. Después de esa charla recuerdo que mis compañeros y yo salimos pensando cómo cambiar el sector forestal. Quizás una charla no puede cambiarte la vida, pero sí una persona, a partir de ese día se abrieron las puertas a un mundo diferente, mi sueño en ese momento tuvo un nombre “transformar la educación forestal”, y eso sólo lo lograría conectando personas y dejando atrás las diferencias que muchas veces nos separan. Todo esto por los bosques.
- Mejores personas, mejores bosques. Esta frase la escuché por primera vez en un evento de Reforestamos en Ixtapan de la Sal, Estado de México. Estoy seguro de que la mayoría de los profesionistas forestales sabemos que en México el 70% de los bosques están en manos de ejidos y comunidades, pero hay algo aún más sorprendente: nueve de cada diez viven en pobreza extrema. Como profesionistas estamos calificados con las habilidades requeridas a nivel técnico, pero pensando en lo anterior, la pregunta es ¿qué tanto estamos preparados para trabajar con las personas que habitan en el bosque?, llegó el momento en mi vida que tenía más preguntas que respuestas y fue Reforestamos el lugar que me acercó a las personas con quien compartirlas y reflexionar. Cuestionamientos tan simples “si las comunidades saben manejar sus bosques, ¿por qué pretendemos ir a enseñarles?”, “¿por qué nos están pagando por hacer el trabajo que ellos saben hacer?”, “cuáles son las actividades que debemos realizar?”, fueron preguntas que me hicieron entender que debemos estar preparados para transformar las realidades pensando siempre en las personas y el valor de lo que son, hacen y piensan.
- Mejores alianzas, mejores bosques. Un día en Reforestamos alguien dijo (…) “tenemos que sacar a los forestales del sector forestal”. En un principio parecía una locura hasta el día que descubrí que para lograr mejores bosques tenemos que conectarnos con las personas que desde sus trincheras abonan a esta transformación.
Reforestamos me ha acercado a grandes aliados, en casi tres años de haber concluido la Universidad me siento afortunado de colaborar en proyectos increíbles como JoEnseña por México, IFSA, ALECIF, IUFR, esto no sería posible si hubiera decidido quedarme sólo con lo que me enseñaron en las aulas.

Los jóvenes tenemos muchos retos por cumplir, no podemos seguir siendo espectadores, no podemos sólo soñar con un mundo mejor, lo tenemos que construir con base en trabajo, dedicación y esfuerzo, poniendo nuestro talento al servicio de las personas y de los bosques.
Reforestamos me acercó a los bosques y sacó la mejor versión de mí.