Joven Emprendedor Forestal 2019. Sueños cumplidos.

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Hoy lanzamos la edición de Joven Emprendedor Forestal 2020, en la categoría México, por ello les compartimos un recuento de la edición 2019, una celebración a la creatividad.

Así se vivió la sexta edición de Joven Emprendedor Forestal 2019, programa que busca emprendedores enfocados en el aseguramiento de los bosques.

Nuestros hábitos de consumo, la situación laboral y hasta la manera en la que percibimos la importancia de los ecosistemas boscosos, han sido algunos de los puntos clave que han inspirado a los más de 6 mil estudiantes y docentes participantes de alguna de las seis ediciones de Joven Emprendedor Forestal realizadas hasta el momento.

 

JEF es un certamen que busca, reconoce y promueve el talento de emprendedores que dedican sus esfuerzos al cuidado de más y mejores bosques sostenibles.

 

Para su edición 2019, los Proyectos Tlantli, Agromaver, Crayobambu, Yoyotli, Tablas Deportivas y Wood Block representando a México; Sistema Eléctrico de registro forestal, de Guatemala; Gaia Esencias y Aromas, y Biopanel desde Ecuador; Yerbilex de Paraguay; Plastic Quer e Infusión de roble de Colombia y Forplant de Perú, tuvieron la oportunidad de mostrar sus ideas, generar conexiones vitales para seguir emprendiendo en el sector forestal y así hacer llegar su mensaje a muchas más personas.

Construir de nuevo

Más que un ambiente de competencia, en la Torre BBVA reinó la empatía que transmitían los participantes al compartir sus proyectos y planes que ya motivan a alcanzar un gran cambio en Latinoamérica.

El optimismo presente en los participantes por ver un futuro con mejores condiciones de vida se apreció desde los primeros minutos del evento, cuando en su oportunidad, los jóvenes veracruzanos de “Wood Block”, quienes obtuvieron el premio JEF en su categoría “México”, expusieron su emprendimiento con el que a base de aserrín -material que abunda en sus comunidades y que es comúnmente quemado en grandes cantidades-, lograron diseñar ladrillos, que al implementarse junto con madera, adquieren cualidades térmicas y acústicas que los aventajan de sus competidores, pero que tanto en sus procesos como en los materiales que utilizan para su fabricación, resultan ser amigables con el medio ambiente.

Una Nueva Realidad

Desde muy jóvenes, los estudiantes perciben de cerca la difícil realidad que muchas veces se vive en su entorno, donde problemáticas como la falta de empleo y de oportunidades de desarrollo son temas recurrentes, pero que gracias a jóvenes como las estudiantes del Centro de Educación y Capacitación Forestal No 2. en Oaxaca y su proyecto “CrayoBambu”, pueden ser puestos en conversación con la idea de encontrar alternativas.

Con la intención de abrir nuevas fuentes de empleo en su tierra natal, “CrayoBambu” es un proyecto que utiliza el bambú en su forma natural para con él fabricar crayones. Para las jóvenes oaxaqueñas, aún estudiantes de bachillerato, la producción de estos crayones de colores significa una alternativa para controlar la sobreexplotación de la madera y recuperar recursos que comúnmente son desechados sin aprovechar y, además, abrir nuevas oportunidades laborales para los habitantes de su localidad.

Los deseos de estas jóvenes emprendedoras por ver mejores condiciones de vida en sus hogares les ha valido la mención honorífica del certamen, ya que gracias a propuestas como estas, se incita a hacer de nuestros hábitos de consumo diario, una oportunidad para colaborar activamente con el aprovechamiento sostenible de los ecosistemas.

Del campo para el mundo

El ganador de la noche fue el emprendimiento social “Gaia, Esencias y Aromas” de los estudiantes de la Universidad Técnica del Norte, en Quito, Ecuador, que con su trabajo social nacido en una zona rural del país, donde el desempleo y la pobreza dificultan la calidad de vida y el acceso a la educación, buscan ser una fuente de oportunidad para productores y pobladores de la comunidad.

Parte del objetivo de “Gaia, Esencias y Aromas” es incluir activamente en las cadenas de valor a los habitantes de los bosques de Quito, y convertirse en una iniciativa capaz de reducir la pobreza y la pérdida de diversidad biológica en la región. El proyecto consiste en la elaboración de productos cosméticos y esencias de uso terapéutico, elaborados a base de cacao.

Al recibir el galardón, que además representa la oportunidad de obtener asesoría de expertos por un año para impulsar el desarrollo de este emprendimiento, los estudiantes de La Universidad Técnica de Quito, recordaron emotivamente su crianza en el campo y vivir de cerca la naturaleza, lo que junto al apoyo de su familia consolidó una pasión inspiradora por los bosques y la tierra.

Escuchar la pasión con la que los jóvenes héroes forestales pronostican la mejora de nuestro hogar, es la prueba de que todos juntos podemos generar un cambio significativo.

Detener la deforestación, incrementar el manejo sostenible de los bosques, restaurar las tierras degradadas y arborizar ciudades, son los pilares que en Reforestamos nos impulsan a continuar incentivando el emprendimiento forestal, y juntos, lograr que las próximas generaciones tengan la oportunidad de vivir en un mundo verde y saludable.