El teporingo no se ha ido y aún estamos a tiempo de salvarlo
4 octubre, 2018
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Hace algunos días circuló una noticia que afirmaba que el carismático conejito de los volcanes, también conocido como teporingo, estaba oficialmente extinto. Por fortuna, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) aseguró que todavía sigue entre nosotros, aunque muy amenazado. El teporingo sigue vivo, pero la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza lo sigue considerando como “vulnerable”, por lo que, más que respirar aliviados, debemos aprovechar este susto para redoblar esfuerzos para conservar ésta y otras especies más que habitan en las montañas que rodean la zona metropolitana del Valle de México.
El teporingo es uno de los habitantes más antiguos de las regiones montañosas del Valle de México. Se lo ha visto por esa zona desde hace al menos 20 mil años. Los pueblos prehispánicos lo llamaban tepolito,que significa “el de las rocas”.
El área de distribución del zacatuche o tepolito es muy pequeña, ya que se limita a las montañas del Eje Neovolcánico Transversal, es decir, a la laderas y pastizales del Popocatépetl e Iztaccíhuatl y otras montañas que rodean el Valle de México.La expansión de la mancha urbana y el cambio de uso de suelo para actividades agrícolas y ganaderas, así como la contaminación, los incendios forestales y la tala ilegal han disminuido la superficie forestal afectando a la población de esta especie endémica de nuestro país.
Aunque el teporingo no está oficialmente extinto, sí se encuentra en peligro de extinción desde 1966 debido al área tan restringida de su distribución. Por eso, Reforestamos, de la mano de empresas, gobiernos locales y voluntarios, realiza actividades de reforestación y conservación en conjunto con comunidades del Nevado de Toluca, la cual de acuerdo a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), es considerada como una posible zona de distribución potencial del conejito de los volcanes, el cual representa un eslabón clave para la conservación la biodiversidad de la región.