El espíritu de la Certificación Forestal FSC®

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Por Emilio Cruz Sánchez, director de Alianzas para la incidencia en Reforestamos México

En Reforestamos México consideramos que una de las mejores maneras para lograr más y mejores bosques, es que los productos y servicios que se obtienen de ellos cumplan con procesos que garanticen la sostenibilidad del ecosistema, la dignidad de las personas y una justa distribución de los beneficios económicos.

Por eso, Reforestamos forma parte de la membresía del Forest Stewardship Council (FSC®), lo cual nos permite contribuir al perfeccionamiento del estándar y participar en la toma de decisiones del rumbo que tomará esa certificación. La membresía del FSC® se reúne cada tres años en una Asamblea General (AG), en la que las tres cámaras que lo componen (ambiental, económica y social) proponen y votan por cambios en el sistema de certificación y así asegurar su constante mejora.

La manera en que el FSC® toma sus decisiones y busca su constante mejora lo convierte en una herramienta de mercado con un alma solidaria, responsable con la naturaleza y la gente, y eso es precisamente su espíritu.

“La Asamblea General es el máximo organo decisorio del FSC, donde se toman decisiones fundamentales. La Asamblea General, que tradicionalmente se celebra cada tres años, reúne a lideres y responsables políticos, desde representantes de los pueblos indígenas hasta ecologistas, empresas y muchos otros miembros del FSC para debatir sobre el futuro responsable de los bosques del mundo y las personas y los animales que los habitan.” https://ga.fsc.org/es/acerca-de-la-ga n

Del 9 al 14 de octubre de 2022, participé en representación de Reforestamos México dentro de la Asamblea General del FSC®2022 en Bali, Indonesia. Algunas de las actividades en dicho evento fueron:

1. La presentación del proyecto “Fortalecimiento de la diversidad cultural y productiva de las comunidades indígenas otomíes y zapotecas de México”, cuyos principales logros son:

 

2. Participación en un evento paralelo “Aumentar la relevancia del FSC para los gobiernos”, en el que compartí panel con Kim Carstensen, director general de FSC® International, Deborah Sue, Fiji Ministry of Forestry y otras importantes ponentes. https://ga.fsc.org/en/newsfeed/fsc-is-stepping-up-to-increase-relevance-for-governments

La propuesta presentada se centra en la iniciativa que se está trabajando con la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, que busca que las ganancias que las empresas tienen por la venta de productos con Cadena de Custodia (CdC) certificada no sean consideradas en el cálculo del Impuesto Sobre la Renta (ISR), que los productos con CdC certificada tengan un 0% de Impuesto al Valor Agregado (IVA) y que las facturas de los productos incluyan información sobre la certificación y certificadora que los avala.

nMuchas de las discusiones de la Asamblea General giraron en torno a las comunidades indígenas, es de sorprender que las luchas de los Pueblos Indígenas (PI) son por las mismas razones en todas las latitudes. Particularmente, en Rusia, el pueblo Udge lucha por su territorio, por la protección intelectual de sus conocimientos, por el respeto a su relación con la naturaleza, por su no desaparición, lucha por permanecer, por seguir siendo el pueblo del bosque.

Otro ejemplo, Alina Santiago de la comunidad indígena de Ixtlán de Juárez, Oaxaca, en una de sus participaciones mencionó que “No nos preocupa el bosque, nos ocupa, y lo hacemos desde nuestra visión holística”, eso en referencia a que su trabajo no se enfoca solamente en lo económico, sino en su integralidad y se aseguran de aspectos ambientales, sociales y culturales.

Uno de los sentimientos que provoca la participación en eventos de este tamaño es la emoción de saber que, en cada país, en cada montaña, hay una persona trabajando por hacer las cosas bien, porque la relación con el bosque sea armónica y sostenible para el futuro logrando equilibrar temas económicos, sociales, ambientales y culturales. Y más importante que eso, en cada rincón del planeta hay gente sonriendo, porque es feliz con sus logros, con su trabajo y los resultados que alcanza con la gente a su alrededor y sobre todo en sus bosques.

Una de las principales reflexiones que obtengo al participar en la AG es que las organizaciones debemos dejar de trabajar por el desarrollo de los pueblos y comunidades y empezar a acompañarles en la construcción de su felicidad, así si para ser felices necesitan que su territorio esté libre de cualquier amenaza pues en eso hay que trabajar, si su felicidad es que puedan ofrecer sus servicios y productos a grandes mercados pues en eso hay que colaborar, la idea es ser subsidiarios con las decisiones que toman para construir su propia felicidad.